lunes, octubre 31, 2016

Polvo al polvo (con perdón)

Tal vez usted pensó que la humanidad llevaba muriéndose muchísimo tiempo (la humanidad toda no, para esto tiempo habrá) y que no necesitaba instrucciones sobre cómo proceder con sus difuntos.
Mas no.
Este Papa humilde y bueno (jesuita y argentino por si señas de humildad faltasen, de su bondad sobran datos) ha encargado a la Congregación para la Doctrina de la Fe (antes Santo Oficio y aún un poco antes Santa Inquisición, corporación cuyo expertise en producción de cenizas está fuera de toda duda) un manual de uso de los fieles difuntos que despeja  profundas dudas y corrige atroces prácticas hasta hoy consideradas aceptables para con nuestros seres extintos. Sí. Esto ha pasado.
Y ¡cuánta razón!
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Deudos inconscientes, con pabellón español, privando del Juicio
Final a su ser querido… y por la proa.
Porque, veamos: ¿con qué aspecto quiere llegar usted al valle de Josafat si, lejos de amontonarle en una urnita ad hoc  y depositar esta en lugar sacro, sus deudos lo espolvorean por cualquier parte con la nimia excusa de que aquello era caro? ¿Cómo espera ser llamado al Juicio Final si sus restos andan repartidos en pequeñas porciones que adornan escapularios, camafeos, pastilleros…?  ¿O si el tonto de su sobrino lo envió al espacio cumpliendo esa excéntrica última voluntad que dejó escrita sin intervención de notario o autoridad eclesiástica alguna?
-¡¿Pero dónde se ha metido Gómez?!- bramaría el Gran Juzgador nervioso por la proximidad de la hora del almuerzo y aún sin noticias del buen Gómez.
-Aquí tengo yo dos trocitos que hemos liberado de un reloj de arena- respondería quedo el oficial encargado del expediente.
No. No son formas, no.
Hombre de Dios, pase usted por caja, tenga la bondad. No convierta en polvo lo que del polvo viene (de uno en concreto) y, si lo hace, no lo avente por las esquinas so pretexto de la comunión con la naturaleza, que eso ya es muy viejo y está pasado de moda. No dificulte usted la resurrección de la carne, que en bastante mal estado se encontrará ya para cuando seamos llamados el último día a responder de lo que nos toque.  Contrátele a la abuela una cosa discreta, no hace falta que se gaste mucho, pero déjela en sagrado, ¿qué trabajo le cuesta?
¿No ve que estamos hondamente preocupados por la ordenación de la cosa? ¿No ve que mucho más allá de la dimisión de Pedro Sánchez, la entronización de Mariano Rajoy o la inmensa pobreza de la que mueren en el mundo seis niños por minuto -que eso a quién le importa-, la Santa Madre Iglesia está velando por la salvación de nuestras almas inmortales? ¡No la churrasque!
Ese gesto minúsculo, ese gesto y no otros, garantizará… garantizará… Bueno, no sé qué coño va a garantizar, pero son los dictados de la Santa Madre Iglesia, que en estos tiempos de zozobra está, ya queda meridianamente claro, en lo que tiene que estar.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.

sábado, octubre 22, 2016

Aunque me joda

No contaré lo que ya es sabido porque, por sabido, resultaría una obviedad. Diré, por resumir, que nos va mal.
Me refiero, claro, a los socialistas, a los de izquierdas, a los votantes, militantes y deseantes de que la derecha deje de destrozar la convivencia en este país y la economía de los no favorecidos por su gracia.
Sabido lo que sabemos, mi opinión sobre el particular es que lo mejor que puede hacer el PSOE es abstenerse y posibilitar la investidura de un señor al que, por definirlo de una manera global, podríamos calificar de “persona no digna”.
¿Por qué? Porque creo que unas terceras elecciones engordarían enormemente los resultados de este señor no digno y que el partido que lidera gobernaría con más peso en la Cámara, que otra sangría de votos (otra) sumiría al PSOE en una situación económica aún más precaria que la que ya padece, que en el ala de la izquierda de las bancadas del Congreso un nuevo proceso electoral únicamente beneficiaría a Podemos que NO ES el pensamiento de izquierdas en el que modestamente yo milito y porque, honestamente, pienso que no sería bueno que el PSOE abandonase el liderazgo de la izquierda española en favor de Podemos (sin duda fin último de la joven formación).
¿Me convierte esto en un señor de derechas? ¿En un oportunista desalmado que solo piensa en mantener los privilegios de las oligarquías del partido? ¿En un defensor de las puertas giratorias y los aforamientos? ¿Querrá esto decir que comulgo con la vergonzante campaña de PRISA en todo este asunto? ¿Me tendré que quedar sin amiguitos por pensar, como persona de izquierdas, que la supervivencia del PSOE es importante para España y que ponerla en riesgo en unos terceros comicios es una enormidad?
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Un señor de izquierdas. Como yo mismo.
Leo, leo y leo las críticas más descarnadas contra quienes, como yo, piensan que la aritmética parlamentaria no alcanza para un gobierno de izquierdas (salvo apoyado por formaciones que defienden aquello que el PSOE no defiende, como es la separación de Cataluña del Estado) y, por ende, opinan que se debe dejar gobernar al PP y adoptar el modo oposición. Y es un debate que trasciende lo ideológico y alcanza lo estrictamente personal: el insulto directo. ¿No podemos, cada uno, manifestar nuestra opinión responsable y libremente? ¿Debatirla?
El domingo por la mañana se celebrará una reunión del Comité Federal en el mismo sótano que vivió hace un par de semanas una de las jornadas más vergonzantes del socialismo español. De este foro saldrá una posición que, sin duda, dará mucho que hablar. Mi exigencia como persona de izquierdas, como militante, como socialista, es que se produzca un debate limpio, que se diga la verdad, que se opongan las ideas y que se asuma la decisión que democráticamente se adopte. Es el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español. El máximo órgano entre congresos del partido más importante de la izquierda española. Ya vendría bien no tomárselo a broma.
Aunque me joda infinito pensar que el PSOE pueda permitir que gobierne Mariano Rajoy absteniéndose en su investidura, por resumir, creo que es lo que toca. Y que a nadie le quepa la más mínima duda de que esta, la comparta o no, es una posición profundamente de izquierdas.
(El dibujito del señor de izquierdas es de mi hermana Maripepa.)

domingo, octubre 16, 2016

Canapés.

Me sorprendo ahora reconociendo el populismo como una forma más del pensamiento y la práctica política. Populismo versus transversalidad, que tampoco sé bien del todo lo que quiere decir. Y me invade un cansancio infinito. ¿Abandonar el populismo? ¿No hacerlo? ¿Abrazar la transversalidad? ¿Tampoco?
Pablo Iglesias prefiere estar con la gente de la calle y no comiendo canapés el día 12 de
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"Gente de la calle" y militar de alta graduación, con fajín, en modo gala.
octubre. Eso es populismo. (Fernández Díaz no dice eso, pero prefiero ni comentarlo, porque me da vergüenza ajena.)
¡Cielos! –pensé- ¿Seré yo uno de la calle y tendré que pasar con Pablo Iglesias el día de la fiesta nacional? ¿Con lo cansadísimo que es? Lo cierto es que casi me lo plantearía después del espectáculo de la cabra de la Legión disfrazada de Millán Astray en el desfile, desafiando a la inteligencia, o el romance de los “hernandos” bajo el paraguas desafiando igualmente a la inteligencia.
Pero volvamos al populismo: ¿se estarán refiriendo a mí todos estos hablanchines que declaman la expresión “gente de la calle” con el pecho tan henchido como aquellos otros que hablan de la infinitud de los valores patrios?
¿Seré yo, para mi desventura, su patria? ¿La patria de alguien?
Qué fácil les resulta hablar en mi nombre, compadecerse de mí, afirmar con ese tono enorme que su destino en lo universal es luchar por mi felicidad. Qué fácil, incluso, adueñarse en público de lo que pienso y quiero… Hablan de mí como de un todo compacto junto con los de mi clase, de cuyas penurias conocen y cuya suerte se empeñan en querer compartir ¡Nosotros, la gente de la calle! Gritan.
¡Qué antiguos! Creo que prefiero la transversalidad, sea lo que sea, a esta suerte de peronismo 2.0 que veo practicar a unos y a otros tras el advenimiento de la nueva política.
Yo, todo un descamisado, ¿qué tengo que hacer? ¿Me rindo a sus pies salvadores y me voy también yo a tomar canapés con la gente de la calle? ¿Paso de canapés? ¿Paso de patria? ¿Preparo e ingiero canapés de patria? ¡Qué casposo todo!
Me importa un huevo lo que piensen de la patria Pablo Iglesias, Almudena Martínez, Diego Álvarez y Fernández Díaz, en la misma forma en que estoy seguro de que a usted le importa un huevo lo que pienso yo de ella.
¿A vueltas de nuevo con la cosa de la patria? ¿Cada octubre?
¡Hagamos laborable el día de la patria! O ¡de precepto! Y, entre tanto, camarero, otra de chopitos. (De canapés ni hablemos).
Tal como el avieso lector ya habrá advertido, el dibujo es de mi hermana Maripepa.

En valores

Cada vez que escucho hablar de los “valores” se eriza mi piel y un punzante escalofrío me recorre la columna vertebral.
¿Qué se esconde para cada uno detrás de este vocablo cuasi universal? Los valores de la democracia, educar en valores, valores de Occidente… Estos banquillos que modernamente  han adoptado el formato de graderío están llenos de personas que hablan de los valores con lágrimas en los ojos, justo antes de meter su tarjeta black en un cajero automático para sacar 600. Poca broma, son 200 más que la ayuda de la que viven unos cuantos españoles. O justo antes de meterse en un despacho a negociar un desfalco en un  ere o en un contrato público con la inestimable ayuda de un edil de la Púnica educado en valores .
Educado en valores. Los valores en la escuela. Los valores de nuestra sociedad.
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Educando en valores... O no.
Si han pensado educar a mis hijos en valores ¿les importaría preguntarme cuáles son los míos? O ¿es que saben de unos valores universales que, precisamente, coinciden con los suyos y están ustedes decididos a incrustarlos en sus tiernas cabecitas queramos o no? Lo digo porque, hasta la fecha, nos está yendo fatal.
¿Qué valores en concreto estamos asumiendo como convenientes, mientras toleramos escandalosamente las actitudes más deleznables con un guiño de complicidad y, hasta en no pocas ocasiones, con un voto?
¿Por qué tengo la impresión de que los únicos valores que realmente cotizan son los bursátiles, mientras nos siguen intentando convencer de que lo que diferencia a los hombres del resto de los animales que pueblan el Globo es, precisamente, la construcción de nuestra arquitectura de valores? ¡Yo que pensaba que era la capacidad de disfrutar del arte!
La honestidad, la bonhomía, la solidaridad (esa que impediría que millones de sirios…), parecen valores viejos, del siglo XX. ¿Cuáles serán los valores del siglo XXI; de la era de Internet? A lo mejor nos dan una sorpresa e incorporan la comunicación, el conocimiento, el intercambio de las ideas o el valor, este sí universal, de no tocar los cojones al prójimo.
Por favor, ya no me eduquen más. Déjenme con mis valores y mis cosas. Es que a lo mejor no tengo. Y, si los tengo, les aseguro que es muy probable que se parezcan en nada a los suyos.
El dibujo es de mi hermana Maripepa. 

domingo, octubre 02, 2016

Cambio de tercio

He cambiado este blog de La Elipa, del que sigo enamorado perdidamente, por otro en Wordpress que parecía más "profesional" y que parece que es más atractivo y más cómodo para el sufrido lector.

Por esta razón este lo voy abandonando, aunque con pesar, y la actividad de las entradas que voy haciendo va pasando a pensabaporaqui.com que es la dirección del nuevo.

Seguiré subiendo (es roamnticismo) todas las entradas a este, al de toda la vida, pero, por favor, si vas a comentar, a compartir, a reutilizarlas de alguna manera, ve al nuevo.

GRACIAS POR SEGUIR ESTAS REFLEXIONES, y gracias por tus comentarios.

Saludos y eso.

El autor, con todo respeto.

Reza lo que sepas.

Felipe le dice a Sánchez que se tome lo que quiera, que lo tiene todo pagado, pero que cierre por fuera. Sánchez le dice a Susana que no haberle puesto ahí, que total para quitarle luego que hubiera dejado a Madina. Iglesias suspende un viaje, se ríe de medio lado, hace un par de llamadas. Errejón envía un twit. Bescansa otro. Rajoy, nada. Oye: nada. Escuché a Gabilondo decir que es el único animalito de este universo mundo que sin moverse ¡avanza!  El chico este de naranja (ese que parece el hermano responsable de una familia cristiana) sigue con su lobby de autónomos erre que erre saliendo en la tele. Feijoo dice algo así como que si te he visto no me acuerdo. Urkullu, to serio, revalida y hablará con el PSOE (¿con cuál de ellos? ¡Pues con el vasco!). Uno de Logroño afirma en tono de verdad teologal que aquí solo manda el secretario general. No, el Secretario General, que lo dice con mayúsculas, que lo he oído yo. Ferreras con el pactómetro haciendo la suya. Uno alto del PP, que ellos no se meten, que son cosas de otros partidos y que les desean lo mejor;img_0464 y se santigua. Saez de Santamaría Jr. que el Gobierno no comenta. Aute sale del coma. Muy viejito. Muy gastado. Labordeta ya está muerto. Hay más que ya se han muerto. Mejor para ellos. Iceta flirtea con Puigdemont y le pide que ayude al cambio en España (¿Esos eran los de Macià, los de Companys? No, no. Los de Pujol. ¡Ah, coño! ¿Pero esos no se iban? En ello andan, se ve). Se piran diecisiete. Gritos en el sótano de Ferraz. En Génova han dado vacaciones. ¿Otra vez? ¡Otra vez! ¿Y los que se han tirado en caída libre? Esos son los de Pablo Iglesias,  el de verdad, este mayorzón barbudo, no confundir. ¡Madre mía! Sí. Y mía. En La Sexta especial de Al rojo vivo. En la cinco el telediario sigue pareciendo El Caso, no gastes mucho tiempo. En la uno el noticiario no da noticias, ni falta que les hace. Lo que está pasando de verdad no lo sabe nadie. ¿Y los españoles? Viendo Gran hermano. No es una metáfora, me refiero a Gran hermano. ¿Y los militantes? También. ¿De veras? Ya te digo.  Y ¿ahora qué hacemos? Este…  Tú eres de izquierdas, ¿no? Sí. Pues reza lo que sepas.
El dibujo es de mi hermana Maripepa. Y la historia, real.