sábado, octubre 22, 2016

Aunque me joda

No contaré lo que ya es sabido porque, por sabido, resultaría una obviedad. Diré, por resumir, que nos va mal.
Me refiero, claro, a los socialistas, a los de izquierdas, a los votantes, militantes y deseantes de que la derecha deje de destrozar la convivencia en este país y la economía de los no favorecidos por su gracia.
Sabido lo que sabemos, mi opinión sobre el particular es que lo mejor que puede hacer el PSOE es abstenerse y posibilitar la investidura de un señor al que, por definirlo de una manera global, podríamos calificar de “persona no digna”.
¿Por qué? Porque creo que unas terceras elecciones engordarían enormemente los resultados de este señor no digno y que el partido que lidera gobernaría con más peso en la Cámara, que otra sangría de votos (otra) sumiría al PSOE en una situación económica aún más precaria que la que ya padece, que en el ala de la izquierda de las bancadas del Congreso un nuevo proceso electoral únicamente beneficiaría a Podemos que NO ES el pensamiento de izquierdas en el que modestamente yo milito y porque, honestamente, pienso que no sería bueno que el PSOE abandonase el liderazgo de la izquierda española en favor de Podemos (sin duda fin último de la joven formación).
¿Me convierte esto en un señor de derechas? ¿En un oportunista desalmado que solo piensa en mantener los privilegios de las oligarquías del partido? ¿En un defensor de las puertas giratorias y los aforamientos? ¿Querrá esto decir que comulgo con la vergonzante campaña de PRISA en todo este asunto? ¿Me tendré que quedar sin amiguitos por pensar, como persona de izquierdas, que la supervivencia del PSOE es importante para España y que ponerla en riesgo en unos terceros comicios es una enormidad?
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Un señor de izquierdas. Como yo mismo.
Leo, leo y leo las críticas más descarnadas contra quienes, como yo, piensan que la aritmética parlamentaria no alcanza para un gobierno de izquierdas (salvo apoyado por formaciones que defienden aquello que el PSOE no defiende, como es la separación de Cataluña del Estado) y, por ende, opinan que se debe dejar gobernar al PP y adoptar el modo oposición. Y es un debate que trasciende lo ideológico y alcanza lo estrictamente personal: el insulto directo. ¿No podemos, cada uno, manifestar nuestra opinión responsable y libremente? ¿Debatirla?
El domingo por la mañana se celebrará una reunión del Comité Federal en el mismo sótano que vivió hace un par de semanas una de las jornadas más vergonzantes del socialismo español. De este foro saldrá una posición que, sin duda, dará mucho que hablar. Mi exigencia como persona de izquierdas, como militante, como socialista, es que se produzca un debate limpio, que se diga la verdad, que se opongan las ideas y que se asuma la decisión que democráticamente se adopte. Es el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español. El máximo órgano entre congresos del partido más importante de la izquierda española. Ya vendría bien no tomárselo a broma.
Aunque me joda infinito pensar que el PSOE pueda permitir que gobierne Mariano Rajoy absteniéndose en su investidura, por resumir, creo que es lo que toca. Y que a nadie le quepa la más mínima duda de que esta, la comparta o no, es una posición profundamente de izquierdas.
(El dibujito del señor de izquierdas es de mi hermana Maripepa.)

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