domingo, febrero 17, 2019

Y el Goya 'ninistra revelación' es para...

Se dirime en el Supremo el que dicen algunos es el juicio más importante de la democracia, supongo que después del que acabó entre rejas con el teniente coronel Tejero y otros pocos golpistas de los de verdad (que haberlos, los ha habido).
Se tumban en el Congreso de los Diputados los presupuestos que pasan por ‘haber podido ser’ los más sociales de la democracia. En realidad, a ninguno de los oradores que intervinieron en el hemiciclo (salvo a la ministra Montero) le importaban un huevo. Cada cual estaba pensando en la suya: los separatistas catalanes pensando en dar bien en la foto de la presión al Gobierno delante del juicio que se libra; los que intentan acaparar el título de ‘constitucionalistas’ (PP y Ciudadanos, para entendernos), frotándose las manos con la sospecha de que el presidente, ahora sí, no tendría más remedio que disolver el Parlamento.
Finalmente Pedro Sánchez convoca elecciones generales ganándose con ello el título de presidente más breve de la democracia. Y se destapa la caja de los truenos.
Esta ha sido la semana de los records. No lo digo porque Pablo Casado (el pobre) haya batido ninguno (el suyo de impertinencias al presidente del Gobierno ya no es fácil de batir), sino porque presidencias, juicios, presupuestos y mandatos han remontado alguno, ya por importancia, contenido o brevedad.
IMG-20190217-WA0000
Personas humanas viendo las noticias
Las personas humanas miramos los noticieros entre atónitas y desconfiadas, como queriéndonos proteger por algún escudo virtual del siguiente bofetón que, a pesar de todo, siempre nos termina pillando desprevenidos. Solo la imagen a caballo del jefe de Vox avanzando mirada en ristre con los suyos hacia la lontananza sirve de solaz a la tensión informativa. Recuerdan a aquellos versos de Manuel Machado que nos aprendimos en primaria… ‘Por la terrible estepa castellana,/al destierro, con doce de los suyos/-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga’. Solo que este al destierro, lo que se dice al destierro, no es que vaya. Viene, que no es lo mismo. Viene a la reconquista. Bella imagen.
Demasiadas cosas se han quedado en el tintero de este Gobierno cortísimo que se inauguró con el triunfo de la que fuera, también, la primera moción de censura que triunfa en la democracia. Demasiadas cosas que eran buenas para muchos, para la mayoría. Y es que en esta democracia que ya no es tan joven aunque que estemos tan de estreno en estos días, hemos aprendido (esto ya no es nuevo) que la derecha no permite que la izquierda gobierne. No lo permite. La avidez del poder los coloca en modo rabieta iracunda cuando se lo quitan. La necesidad imperiosa de mandar asoma en cada movimiento, en cada comparecencia, en cada declaración. Jamás se permiten comparecer junto al Gobierno en asuntos de estado. Jamás una leve muestra de lealtad institucional que pueda mover a duda. Sea como fuere, llegue como llegue, para el PP los gobiernos del PSOE son siempre ilegítimos. Saben que el poder es suyo y cuando se lo arrebatan braman, se revuelven, difaman, calientan la calle, vituperan. En el cole hubiéramos dicho, simplemente, que tiene mal perder (un perder realmente muy malo). En las cosas de mayores la cosa tiene más enjundia.
Albert Rivera (este chiquete que ya no va a ser presidente, pero que a punto estuvo) clama contra el ‘gobierno Frankenstein’ porque el de Andalucía le parece (y a mí también) de lo más natural (que se sumen los de derechas con los muy de derechas no extraña a nadie). Y advierte de los peligros de su reedición, invitándonos a propiciar otro tripartito ‘trifálico’ –ministra de justicia ‘dixit’: ‘había mucha testosterona en esa foto’– de las fuerzas de orden.
Así que banderas, himnos, mensajes de estos que emanan del colon y se dispersan por todos los poros de la piel, llenarán estos próximos meses redes y telediarios conminando a la vuelta a los años 60, que tanto añoran estos que las agitan, los cantan y los proclaman. ¿Acojona?
Entre tanto una bocanada de inteligencia entre tanta mediocridad. La frase de la semana se pronuncia por María Jesús Montero en el debate parlamentario que enterró los presupuestos más sociales ensayados nunca en España; la frase que se ha hecho viral porque resume en diez palabras todo el gris pastoso de los años de gobiernos de la derecha en nuestro país:
‘¿Saben dónde está el milagro económico del PP? ¡En la cárcel!’.
Así que el Goya ‘ministra revelación 2019’ es para…
El dibujo es de mi hermana Maripepa.

No hay comentarios: