domingo, junio 13, 2021

Dos niñas

 Lo llaman violencia vicaria.

Se ejerce para causar el dolor más profundo. Infinitamente más intenso que el dolor físico. Un dolor que no se puede explicar: todo el dolor del mundo. Se inflige sobre quien más se ama. Esta vez, sobre tus hijas. Supongo que es la más sofisticada y sádica manifestación del ejercicio de la violencia machista.

Es extrema. Produce un dolor insoportable. Lo sabe él.

La infancia.

Se juntan tantas sensaciones, tantas repulsiones, tanto asco, tanta pena, que no es fácil hablar racionalmente de esto sin recurrir a la indignidad de intentar hacer el relato que más pena dé, que más odio provoque.

Ya se ha dicho ‘lacra de la sociedad’, se ha dicho ‘pandemia mundial’, se ha dicho ‘horror’, se ha dicho ‘pánico’. Incluso nos hemos hecho la ilusión de que estamos unánimemente de acuerdo en que es algo a erradicar para siempre.

Pero no. Ni siquiera eso es cierto.

Persiste entre nosotros, camuflado de esa suerte de equidistancia que lo enturbia todo, el sentimiento de que “no hay que enseñar a respetar a un gay, sino a respetar a todos”, que “no se enseña a no pegar a un negro, sino a no pegar a nadie”, que “no se enseña a un niño a no maltratar a una mujer, sino a no maltratar”.  El problema es, dicen, de aquel que quiere “diferenciar los respetos”. El mismo imbécil que publicó esta anormalidad en su muro de Facebook, puso después una vela blanca en señal de emocionado recuerdo de Olivia, y seguro que pondrá otra por Anna (cuando aparezca su cuerpo muerto), a la vez que inicia su campaña a favor de la cadena perpetua (o de la pena de muerte).

Vamos a ver, imbécil, sí: sí hay que enseñar a respetar a un gay, porque la homofobia da puto asco. Sí hay que decirle a los niños que no se pega a los negros, porque el racismo da puto asco, sí hay que enseñar que no se maltrata a una mujer, porque la violencia machista da puto asco. Sí hay que diferenciar los ‘respetos’, porque los problemas enormes que esta sociedad todavía esconde están donde están aunque tú te empeñes en camuflarlos. Cállate la puta boca, deja de intoxicar, lee un poco más y vete a tomar por culo: ese valor tuyo de la ‘equidad’, esa negación de la violencia, mata.

¡Cuidado con las equidistancias! Es el mismo discurso que Vox acaba de emplear para votar no a la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, una de las más avanzadas del mundo que, entre otras muchas cosas, se cuida de proteger a los menores que padecen situaciones de violencia machista (¿verdad que sabemos a quién se refiere?). 268 votos a favor, 57 en contra y 16 abstenciones. Vox y el PNV la votaron en contra. El PNV por una cuestión de invasión competencial, Vox porque sabe que es dentro de la familia donde los niños están verdaderamente protegidos, fuera de las influencias de rojos y comunistas pro-etarras bolivarianos. Las abstenciones fueron de EH-Bildu, JuntsxCat, PDeCAT y Navarra Suma. Todos ellos, también el PNV, se ve, están demasiado preocupados por proteger el acervo de sus competencias como para pararse a pensar en Olivia y en Anna.

Vox representa en el Congreso de los Diputados el sentir de 3 640 063 votantes con los que ha obtenido 52 diputados. Es la tercera fuerza política de nuestro país, por el momento. Hoy, rigurosamente hoy, lidera a la derecha española en la plaza de Colón (Madrid). Y niega que exista la violencia machista.

¿De verdad piensa que estamos a salvo?

Laura Plaza de la Flor (Flora) de 82 años, en el Puente de Vallecas, Madrid, Conchi González de 56 años en Sestao, Alicia P. de 51 años en Majadahonda, Mari Carmen M. V. de 46 años en Torrejón de Ardoz, María Cruz de 48 años en El Molar, Jordina Martínez P. de 34 años en Manresa, Paula M. M. de 36 años en Mansilla de las Mulas, Pilar, de 50 años en La Bisbal del Penedès, María Soledad Moreno Parra de 60 años en Sagunto, Warda Ouchene de 28 años en Sa Pobla, Betty de 52 años en Creixell, Lucía Dotto Domingues de 42 años en Corbera de Llobregat, María Teresa Aladro Calvo de 48 años en Laviana, Katia Carolina A.B. de 35 años en Zaragoza, Nicoleta Clara de 41 años en Alovera, Alla Bukanocova de 48 años en Porqueres, Katherine de 58 años en Pozuelo de Alarcón, una mujer no conocida de 41 años en Valladolid, Elena Livigni de21 años en Ibiza, Rocío Caíz Pozo de 17 años en Estepa, Cristina N. T. de 33 años en Oza-Cesuras, Benita Corral Madrid de 57 años en Linares, Ana Elena G. F. de 29 años en Albolote, Ana Balboa de 22 años en Velle, R.L.A.B., 63 años en Ponferrada, una mujer desconocida de 94 años en Badia del Vallés, Antonia de 80 años en Madrid, Teresa de 91 años en Tarragona, Josefina E. P. de 85 años en Las Palmas de Gran Canaria, otra mujer desconocida de 77 años en Onda, Josefa (Pepita) de 82 años, en La Laguna,  Isabel de 11 años en El Molar, intzane Pujana de 32 años en Aizarnazabal,  Florina Gogos, 19 años en Albal, Margarita de 96 años en Calella, Inmaculada Nzang Mba Oyana de 43 años en Roquetas del Mar, Yanina de 20 años en Cembranos, Mohamed K. de 7 años en Sa Pobla, Olivia Gimeno Zimmerman, de 6 años en Güimar, y Anna Gimeno Zimmerman de 3 años, que también la esperamos en Güimar… ¿Se le ha hecho largo?

Todas ellas, no estuvieron a salvo.

El dibujo aterrador es de mi hermana Maripepa

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