domingo, noviembre 19, 2017

Conocer hombre de verdad



Queipo de Llano (¿le quedará alguna calle aún?) dijo: “Las mujeres de los rojos ahora, por fin, han conocido hombre de verdad y no castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará”.

Ese es el espíritu que perdura en las mentes privilegiadas de algunos ejemplares patrios que campan todavía por nuestras ciudades, por nuestros pueblos. Así que cuando una mujer denuncia una violación, una violación en masa, nuestros compatriotas más lúcidos se preguntan ¿por qué? ¡Nunca antes habían conocido “hombre de verdad”!

Apoya este avanzado pensamiento la campaña publicitaria que el Gobierno de España ha hecho circular en prevención del consumo de alcohol: hombres, sed prudentes, si bebéis en exceso es posible que vuestra viril condición de machos se exacerbe y aparezca esa violencia innata que nos caracteriza; mujeres, tened cuidadín, si bebéis y os violan no digas que no estabais advertidas. La han retirado. Las redes sociales, con lo malo que tengan, hacen también su trabajo y se incendian cuando un gobierno hace una gilipollez de tamañas proporciones.

20171119_000129.jpgLa violencia contra las mujeres no se para. Ni en el ámbito doméstico ni en el más público. No la sabemos parar. Siempre hay algún macho modelo Queipo dispuesto a hacer valer la supremacía masculina, solo o en compañía de otros. Siempre hay un sujeto que tiene bien asumida su "hombría de verdad" y está dispuesto a demostrarla.

Y las redes sociales juzgan. Han juzgado que no se puede ir en manada y violar a una muchacha de 18. ¡Qué enormidad!

Esto fue siempre así, lo que pasa es que antes juzgaba el "¡Hola!" (recuérdese el caso de Rafi Escobedo, tan joven, tan guapo, tan abandonado por su mujer, al que la prensa del corazón declaró inocente por culpable que fuera) o El Mundo (pongamos por caso al entonces ministro Corcuera, tan bajito, tan del PSOE, al que la prensa amarilla declaró culpable por inocente que después se demostró que fuera), y ahora juzga la sociedad al completo con la única exigencia de ser usuario de Twitter.

Así que ahora son los violadores en masa los que claman por el derecho a la intimidad, a recibir un juicio justo y utilizan la estrategia procesal mejor elaborada para intentar salir indemnes de la tropelía. Estado de derecho. Esto bien podría servir de ejemplo a la Fiscalía Belga para comprender que el propio Puigdemont tiene garantizado un juicio justo en España. Pero la “pena de banquillo” no hay quién te la quite. Aunque le pongas un detective a la víctima para demostrar que, en realidad, era una persona normal y que, por ello, bien tenía ganado el “conocer hombre de verdad”, la pena de banquillo no hay quién te la quite.

Buenas o malas, las redes sociales no hubieran permitido que Queipo de Llano dijera las mamonadas que dijo. Buenas o malas, ya no se ve con buenos ojos que las mujeres de los rojos conozcan “hombre de verdad” berreen o pataleen. Ya se denigra o, al menos, se denigra en público, aunque nadie sea capaz de parar la sangría.

En fin, las mansas, por las que topan. Pero si es usted “hombre de verdad” recuerde que el general está muerto y bien muerto. No se empeñe en demostrarlo.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.

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