domingo, mayo 13, 2018

Santas pascuas



Querida Carmen:

El otro día, en Alicante, formando parte del séquito del Gran Mariano, se le escapó eso que llamó un “comentario jocoso dentro de una conversación privada” que, al pasar a lo público, “se convirtieron en palabras inadecuadas en fondo y forma”.

Por si la memoria le jugara una mala pasada y, si me lo permite, se lo recuerdo: el comentario jocoso fue "¡Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: 'Pues os jodéis!'", y ello referido al grupo de jubilados españoles que se habían dado cita en la inmediaciones del lugar en el que se celebraba el acto para protestar delante del presidente del Gobierno por la situación infame a la que sus políticas les han conducido.

Mire, señora, un comentario jocoso sería, por ejemplo “¡Mira con qué gracia sube Mariano las escaleras: Parece una bailarina!” o “¡Qué calor hace en Alicante! Si el presidente rompe a sudar lo tendremos que evacuar en helicóptero, aprovechando que Esperanza Aguirre no ha venido”. Querer hacerles a los jubilados un “corte de mangas de cojones” y decirles “¡que se jodan!” no es un comentario jocoso. Es una puta grosería, amén de una enorme falta de respeto.

20180512_231352.jpgDebo decir en descargo de lo sucedido que es muy poco frecuente escuchar a una política decir lo que piensa y que ese tono de frescura se agradece en sobremanera en unos escenarios comunicativos tan encorsetados y poco naturales como son los que se preparan desde su Secretaría de Estado. Así que asumo su disculpa y, por mi parte, disculpada. Al fin y al cabo nadie debería ser afeado por algo tan natural como decir lo que piensa.

Pero ¿qué es lo que piensa?

¿Usted, señora, de verdad piensa que hacerle un corte de mangas de cojones a los jubilados y decirles ¡jódanse! es lo que toca en la situación a la que les han abocado? ¿Esa es la reacción que le inspira? ¡Caramba!  ¡Qué sencilla...!

¿Y cree de verdad que puede seguir ejerciendo el cargo de secretaria de Estado de ¡Comunicación!, después de que España toda conozca sus verdaderas inclinaciones por un colectivo tan problematizado como este?

¿Qué piensa usted, señora, sobre las feministas que salieron a la calle el 8-M en el que, según nos consta, la política de comunicación de su Gobierno, esa que usted diseña y dirige, consistió en que sus ministras repitieran el cantito de que lo mejor que se podía hacer era trabajar mucho ese día para demostrar su valía? ¿Su posición personal también es ¡Qué se jodan!?

Lo sé, lo sé, se ha disculpado (¡mandaría cojones!). En la Cope, con sus excompañeros de la radio… con un Herrara tan comprensivo al otro lado que daba hasta lastimita escuchar el relato de la utilización malévola de sus palabras inocentes.  Lástima que su disculpa no haya llegado a jubilado alguno. Usted le ha pedido disculpas a aquellos que se hayan podido sentir ofendidos por sus palabras y, ¿sabe qué? No hay nadie ofendido. Las personas de su catadura moral no pueden ofender, por más que quieran.

Sea usted una señora de verdad (¿podría?), demuestre un mínimo de respeto por las personas a las que insultó y, en lugar de pedir disculpas y “santas pascuas”, deje usted el cargo en buena lid y entonces sí que santas. Los españoles jubilados, las españolas en activo, las españolas en paro, las personas de este país, en suma, no nos merecemos seguir viéndola en la tele.

Váyase. Y santas pascuas.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

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