domingo, diciembre 23, 2018

¿Vendréis a cenar?

—Y tú, ¿qué tal vas?
—Preparando la cena.
—¿Algo especial?
—Lo que todos los años, lubinas de esas de criadero y langostinos dos salsas, para después del discurso del Rey.
—Hablará de la pascua y eso.
—Sí. Y de lo de Cataluña. De lo de Andalucía seguro que no habla.
—¿Qué ha pasado?
—Han pactado.
—Ya me lo maliciaba. Han venido a quedarse. ¿Y en Cataluña, qué?
—Pues que no han pactado.
—Vaya. Estos también han venido a quedarse.
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—Pasa en todas partes… Fíjate el Salvini ese, xenófobo puro y mandando como el que más. ¡Y si no el Trump! Ya están en todos sitios.
—¿Y tu Mari?
—Mejora.
—Mala suerte tuvo…
—Sí. Pero quedará bien. Andan por aquí revolucionados con banderas.
—Y las que vendrán.
—Amor patrio, parece.
—¿Amor?
—Sí, del patrio.
—Será. Pero para mí que les han hinchado la cabeza con tonterías y no van a parar hasta que nos la abran a todos. ¿Ya os han enganchado la luz?
—Casi cincuenta pavos me ha costado. Encima de puta, les pones la cama.
—Cuando la cortan, ya sabes.
—Ya. Pero hay que elegir. Primero las medicinas, luego la luz, luego la cuenta del súper, que ya dejan de fiarme.
—Si ellos están igual…
—Pero no tanto.
—No. De eso tampoco va a hablar el Rey.
—No, no. Seguirá con lo de que España va bien, ahora que han vuelto a poner de moda a Aznar. Ahora parece que es el que manda, con esa facha de facha que tiene el pobre.
—¡Hija, que angustia!
—Tú verás.
—Así que los de Andalucía pactan con los del ese Vox y a Sánchez me lo ponen de vuelta y media por pactar con el de la coleta, ¿no? ¡Con lo buen mozo que parece!
—Claro. Como que no es lo mismo. Unos van de lo de por Dios y por España y los otros lo que quieren es romperla.
—Y yo que los veo parecidos…
—Ya, porque eso es por Dios, por España y por quitar el aborto y el divorcio y las autonomías y el matrimonio homosexual y vetar la eutanasia y quitar lo de la violencia machista y la ley de igualdad y la memoria histórica…
— ¿Y eso no es romper nada?
—Se ve que no. ¿No ves que dejan los toros?
—Coña con lo de romper España, qué en serio se lo han tomado.
—Hablar con el Torra ese torrao’ eso sí que es romper España. Lo demás les importa un comino.
—¡Hija, que angustia!
—Tú verás.
—¿Y Paquito?
—Buscando sigue.
—¿Nada?
—Nada. No sé cómo lo aguanta el pobre. Se pillará una depre el mejor día. Con lo mío tiramos. Pero tiramos como tiramos.
—¿Y al final a Franco lo resucitan o qué?
—A ese ya lo tienen vivito y coleando. A ver si lo ponen de cena en alguna casa bien para la Nochevieja.
—¡Qué empacho, mi niña!
—Será mejor eso que enterrarlo en pleno centro de Madrid. Una cena de fin de año es un final muy digno.
—Tampoco podréis venir para fin de año, ¿verdad?
—¡Que va!
—Vendrán mejores tiempos.
—¿Lo crees?
—Vendrán. Tus hermanos tampoco cenarán en casa. Les toca con las parientas y eso; ya sabes que rotan. Pero papá y yo estaremos bien.
—El año que viene seguro que nos juntamos todos como antes.
—¡Dios lo haga!
—Anda, deja a Dios, que parece que está librando desde los ochenta.
—Qué brutita eres, hija mía.
—Feliz Navidad, mamá.
—Feliz Navidad, Teresa. Dale un beso a todos. Y a la niña.
El dibujo es de mi hermana Maripepa. Los dos os deseamos feliz Navidad.

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