domingo, marzo 24, 2019

Mercado de primavera (o el efecto invernadero)

Mercado de primavera (o el efecto invernadero)

Mañana cierra el mercado de fichajes para la contienda de primavera a nivel general. A nivel regional y local aún nos quedan estrellas por alumbrar.
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—Yo llevo tres generales franquistas, un prestidigitador y un juez.
—Pues yo a uno de la Coca-Cola y un funcionario represaliado por la cosa del procés.
—Ese lleva a una comandanta… Y un entrenador para las de Madrid.
—Eso no es nada: yo llevo a Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, XIII marquesa de Casa Fuerte.
—¿La de ‘No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena’?
—Ella. Por Barcelona, la number one.
—¡Pero si ni siquiera habla catalán!
—Jijijiji… ya; por eso. Y al padre de una niña asesinada que es predicador y otro puñado de víctimas de ETA… Estáis perdidos.
—Pues yo voy a decir que voy a legalizar las armas para que cada uno tenga una en casa y se pueda defender de la amenaza delincuencial que nos asola.
—¿Y nos asola?
—No, no: es por joder.
—¡Caramba! Qué ideaza.
—Pues yo que a las inmigrantes embarazadas que se dejen a los chicos por aquí, que las vamos a querer muchísimo.
(Todos) —¡Hala!
—Pues yo que soy la alternativa constitucionalista al ostracismo pactista al que nos somete la izquierda abertzale y golpista capitaneada por los que quieren romper España, o algo así.
—Pues yo… Pues yo… Este… Pues yo… Que voy a hablar de empleo: ni de Franco, ni de hostias, yo de empleo.
—¡Vaya! Lástima no haber caído… ¡Eso sí que es hacer propuestas!
—Oye, ¿políticos lleváis alguno?
(Largo silencio)
—Yo mismo soy un político…
(Risas)
—Hala, venga, vámonos a tuitear que al final el golpista ese nos gana las elecciones.
—Y nos rompe España.
—Y nos disuelve.
—Y nos gasea.
—Esto va a ir mal. ¿Qué gomina usas tú?
Fichajes de la ‘sociedad civil’ contra estrellas (nunca mejor dicho, y de ocho puntas) de la ‘sociedad militar’, propaganda xenófoba versus propaganda españolista, ocurrencias de corte fascista ante propuestas de retroceso social al más puro estilo despótico (sin ilustrar ni nada).
Al menos el mercado de fichajes para las generales cierra ya y no tendremos que seguir soportando el bochorno del goteo de personalidades estrella con el que pretenden, cada uno, convencernos de que ellos sí que molan.
Queda lo más duro. Queda el remate de la precampaña y la campaña toda. Vamos a ver vídeos de pobreza intelectual extrema, declaraciones que nos harán arrepentirnos de no haber acostado a los niños, propuestas que nos sonrojarán, debates que no existían y que irrumpen con virulencia para estropear lo que aún no estaba roto.
Han convertido la ‘máxima expresión de la democracia’ en un desfile imbécil de personajes de relumbrón mediático y ocurrencias de esas que circulan bien en las redes sociales. La decisión responsable del voto de los ciudadanos se mediatiza por una campaña infame diseñada científicamente para destruir el sentido común de las personas a base de ‘fake news’, de mensajes degradantes, de consignas viscerales que atacan directamente al corazón torturado de esta sociedad nuestra que se ahoga en la sequía intelectual.
Y ¿saben por qué es? Porque no saben hacer otra cosa.
El verdadero efecto invernadero, el malo del todo, el fatal, no está en la destrucción de la capa de ozono, que también, sino en la sequía del córtex cerebral de nuestra clase política, de casi toda: han confundido a su electorado con su rebaño, en un ejercicio de falta de respeto que clama al cielo.
No tenemos más remedio que demostrarles que se han equivocado con nosotros.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.

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