domingo, diciembre 08, 2019

No se le tiran bombas a los chiquillos (escribir mil veces)

MENAs. Una realidad terrible. Historias de personas que se desprenden de sus hijos para que se intenten procurar un mundo sin hambre. Historias de niños que ya no tenían padres y se unieron a sabe Dios qué caravana de viajeros que buscaban un lugar donde hacer una vida que se acercara a la dignidad. Historias de casas que se quedaron vacías. Piense un momento en los suyos, solo será un momento, alejándose de usted en una lancha neumática rumbo quién sabe dónde, sin saber si lo volverá a ver más nunca.
Nosotros los llamamos MENAs. Y ahora ya les tiramos bombas.
En este momento soy incapaz de comprender qué nos ha pasado.
Tengo en la retina la imagen imposible de Rocío Monasterio señalando con el dedo acusador una de esas viviendas en las que se les da cobijo y profiriendo toda suerte de sandeces acerca del comportamiento ¿deleznable? de los chiquillos. Y aún retengo algún discurso de similar estulticia oído por la tele.
¿Será simplemente verdad que se siembran vientos y se recogen tempestades?
Hablemos del consenso.
Se define como el ‘acuerdo adoptado por consentimiento entre todos los miembros de un grupo’. Vale para no tener que discutir sobre aquello que no tiene discusión. Verbigracia: no se mata. Otras: no se tortura; no se consiente el hambre de los semejantes, tampoco de los que no se nos parecen, o sea, no se consiente el hambre; no se eructa en público; se protege a los niños de todo mal, también a los que no se parecen a los suyos; la violencia machista no se tolera. Hay más.
Y, siendo que no caben desavenencias sobre aquello que el consenso ha definido como inalterable ¿qué discutimos? ¿Por qué hemos consentido que se rompa el acuerdo universal sobre cosas que no hacía falta escribir en ningún sitio?
20191207_095615.jpgNo se consiente el hambre. Se hace lo que haya que hacer para evitarla.
No se tolera la violencia machista. Se hace lo que haya que hacer para evitarla y se condena sin rodeos, sin circunloquios, sin ambages, cuando aparece.
No se mata. Se hace lo que haya que hacer para evitarlo. No se propaga el odio para que nadie tenga la tentación de hacerlo.
Será reo de indecencia aquel que permita el hambre de sus semejantes cuando pudiere evitarla, el que maltratase a cualquier tipo de persona, el que matare o incitare a matar por razón de odio. Y no escribiremos esto en ningún código.
Tiene que no hacer falta.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.

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